En este proyecto se visualizó un concepto de diseño interior “industrial contemporáneo”, en el cual la superficie de madera se conjuga con una iluminación indirecta para generar una sensación de calidez, un ambiente limpio y un espacio acogedor. Se mantuvo el muro original, integrandolo simplemente con pintura en el conjunto del espacio. Un lugar relajado en medio corazón de la Ciudad de México.
El estudio de distribución, crea una sala amplia con un fondo verde; un remate visual coherente que termina de transformar la atmósfera en un escenario natural, capaz de transmitir a los practicantes la confianza y serenidad del yoga.
La decoración es muy serena y armoniosa, a través de velas y elementos blancos y ligeros, para conseguir el propósito del espacio. En este lugar se intentaron resaltar las emociones, a través de los sentidos, principalmente con un alto estudio de iluminación y acústica, aunque también se mantiene desarrollado el sentido del olfato a través de diferentes esencias que lo potencian.